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“Tenemos miedo porque los soldados nos conocen”: familiares de la menor en caso de militares

El repudiable caso de la niña indígena que fue violada por varios uniformados sigue generando indignación entre los colombianos, al tiempo que el drama para la menor y sus familiares continúa.

Conocido el macabro caso de como 9 militares abusaron sexualmente de una menor de apenas 11 años, perteneciente a la comunidad indígena Emberá en Risaralda, la atención de los medios se centró en los hechos ocurridos, y a través del cubrimiento informativo se conoció, luego de hablar con una de las familiares de la menor, que la pequeña tuvo que sufrir el despreciable ataque, sino que además ella y toda su familia temen por su seguridad debido a que los uniformados los conocen y saben el lugar en el que residen.

Según la entrevista conseguida por Revista Semana, Felicinda, hermana de la menor, comentó cómo el ataque se dio a eso de las 5 de la tarde del domingo pasado, cuando la niña salió al monte a buscar guayabas, en zona cercana del municipio de Pueblo Rico. Sin embargo, su búsqueda terminó de manera fatal, luego de encontrarse con el numeroso grupo de soldados que desde hace algún tiempo operaban en la zona.

Felicinda comentó al medio cómo, ante la demora de su hermana, toda su familia decidió salir a buscarla por los alrededores de su casa durante toda la noche y parte de la mañana, sin éxito alguno; incluso la hermana de la menor comentó que llegaron a preguntarle a algunos uniformados del lugar si la habían visto, a lo que estos afirmaron no haber visto nada por el lugar.

 “A la mañana nosotros fuimos a buscar a Guarato y hasta Agüita y allá tampoco nos daban información de nada. Entonces después fuimos a buscar donde los soldados y también nos dijeron que no la habían visto y era mentira. Ellos a mi hermana la tenían escondida allá en la casa. La tenían escondida en un potrero, en un monte digamos. No nos dieron información de nada de nada a nosotros (…) Como a las 10 de la mañana fuimos a buscar otra vez y la encontramos ahí en el potrero llorando, allá juntito a la quebrada. Después salimos para la casa y se puso a llorar, y dijo que iba a decir la verdad y dijo que la habían violado varias personas, los soldados”, comentó la hermana de la menor.

La mujer comentó cómo además de las múltiples violaciones contra su hermana, los uniformados la amenazaron para que no contara nada de lo sucedido, por lo que la menor sigue estando muy alterada mientras se recupera en el hospital en Pueblo Rico a donde fue trasladada; Felicinda contó que todos los miembros de su familia están sumamente preocupados por su seguridad por algún tipo de ataque que puedan recibir de parte de los uniformados.

“¿Miedo? Sí, la verdad, una parte porque es una niña y eso no está bien y además la gente tiene su modo, ¿con qué plata? nosotros como pobres tenemos miedo porque de pronto ellos nos manden a hacer cosas a nosotros, a mi familia; ellos saben quiénes somos nosotros”, concluyó la hermana de la víctima.