Fuerte rechazo en Noruega al Nobel de Paz concedido a María Corina Machado
Organizaciones de paz cuestionan que la líder opositora venezolana represente los ideales planteados por Alfred Nobel
Mientras crecen las dudas sobre su llegada a Oslo para recibir el galardón, movimientos pacifistas denunciaron que la dirigente venezolana “está lejos de ser una constructora de paz” y que el comité “desvió” los principios del premio.
María Corina Machado, líder opositora venezolana y fundadora de Vente Venezuela, enfrenta una ola de cuestionamientos en Noruega tras haber sido distinguida con el Premio Nobel de la Paz 2025 por su “defensa de la democracia”, según el Comité Noruego. Aunque se insistió en que ya estaría en Oslo para recibir el reconocimiento, este martes persistían las dudas sobre si asistiría a la conferencia de prensa programada para la tarde, que fue aplazada a última hora, reactivando rumores sobre si logró salir de Venezuela.
Las críticas más fuertes provienen del Movimiento por la Paz Noruego, que rechazó públicamente la decisión del comité y afirmó que la opositora “está lejos de ser una constructora de paz”, como establecen los principios del premio. Durante una rueda de prensa en Oslo, sus voceros aseguraron que el galardón “distorsiona el propósito original” planteado por Alfred Nobel y acusaron al comité de “apropiarse de recursos destinados al movimiento pacifista”.
La organización recordó que el Nobel de Paz se sustenta en tres pilares: la desmilitarización, las conferencias de paz y la cooperación internacional entre países en conflicto. Según sus integrantes, estos elementos deben funcionar como “una sola rueda” y orientar todas las decisiones del Comité Noruego. Sin embargo, señalaron que el premio ha sufrido “desviaciones históricas” debido a interpretaciones “excesivamente amplias” del concepto de paz.
Los voceros advirtieron que esta no es la primera vez que expertos cuestionan la independencia del comité. Recordaron que en 2012 y 2014 analistas suecos denunciaron que las decisiones se toman bajo la influencia de la legislación sueca y responden a intereses geopolíticos. Para el movimiento, la elección de Machado encarna precisamente esa distorsión.
Las críticas apuntan a la trayectoria política de la venezolana. Los activistas señalaron que ha respaldado intervenciones militares en Venezuela, defendido sanciones internacionales contra su país y apoyado el accionar del gobierno israelí en Gaza, al que acusan de cometer crímenes de guerra. Incluso interpretan el premio como un aval indirecto al presidente estadounidense Donald Trump y al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.
Además, recordaron su participación en el intento de golpe de Estado de 2002 y su alineamiento con la Doctrina Monroe, lo que —según ellos— evidencia su intención de “entregar el control de los recursos naturales venezolanos, incluyendo las mayores reservas de petróleo del mundo, a Estados Unidos”. Para estas organizaciones, todas estas posturas “desvirtúan la esencia” del Nobel.
El clima de inconformidad llevó a que organizaciones pacifistas convocaran una movilización en Oslo a las 5:00 p. m. para rechazar la presencia de Machado durante la ceremonia de entrega. Consideran que su llegada “devalúa la credibilidad del premio” y recordaron que el Nobel ha tenido decisiones polémicas en el pasado, citando los casos de Theodore Roosevelt y Henry Kissinger.
En paralelo, iniciaron en la capital noruega las sesiones de expertos y activistas internacionales que analizan el impacto del galardón. Allí, figuras como el observador electoral Dave Watson denunciaron la “manipulación mediática” en torno a Venezuela y afirmaron que el apoyo de Machado a acciones militares contradice la “fraternidad entre naciones”.