Tensiones en el inicio de la negociación del salario mínimo 2026 tras el retiro de Fenalco
El Gobierno, las centrales obreras y los empresarios instalaron la mesa de concertación, pero el gremio de los comerciantes se negó a asistir alegando que el Ejecutivo ya tendría una cifra definida para el aumento.
La discusión para fijar el salario mínimo de 2026 inició este lunes con diferencias notorias entre las partes. El Gobierno insiste en un incremento por encima de la inflación, mientras que los empresarios buscan un ajuste moderado y las centrales obreras reclaman un aumento de dos dígitos.
La negociación del salario mínimo para 2026 comenzó este 1 de diciembre con la instalación de la mesa tripartita entre el Gobierno, las centrales obreras y representantes del sector empresarial. Sin embargo, el debut de las conversaciones estuvo marcado por un hecho sin precedentes: la ausencia de Fenalco, el gremio de los comerciantes, que decidió marginarse del proceso alegando falta de garantías.
El presidente del gremio, Jaime Alberto Cabal, aseguró que el Ejecutivo ya tendría definido el monto del incremento, lo que —a su juicio— convierte la negociación en un trámite sin impacto real. “Creemos que es una payasada prestarse a asistir cuando ya el Gobierno sabe lo que quiere hacer. Tiene definida su carta y, además, es una carta populista. Un incremento de dos dígitos, dos veces más que la inflación, no tiene sentido para Colombia”, señaló Cabal en un video difundido recientemente.
La postura de Fenalco generó una respuesta inmediata del Gobierno. El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, calificó los argumentos del gremio como “pretextos” y negó que exista una propuesta formal por parte de la cartera. “Ustedes los periodistas se han dado cuenta de que nosotros ni siquiera hemos presentado la fórmula ni los escenarios. Ojalá Fenalco pueda designar a una persona distinta al doctor Cabal para que participe en esta discusión”, afirmó el funcionario.
Pese al ambiente tenso, la mesa avanzará bajo los parámetros técnicos establecidos por la ley. El Dane ya reveló la cifra de productividad —insumo clave para la negociación— y la inflación anual se ubicó en 5,51 %, lo que marca el punto de partida para las discusiones. Aun así, desde el Gobierno se ha insistido en que los trabajadores “necesitan y merecen un aumento significativo por encima de la inflación”, como expresó Sanguino en su cuenta de X.
El ministro reiteró que el Ejecutivo llegará a las conversaciones con disposición al consenso y acompañado por las centrales sindicales, Minhacienda, el Dane y la OIT. Del otro lado, las centrales obreras buscan un incremento de dos cifras, mientras que los gremios empresariales abogan por un aumento moderado, de un solo dígito.
El presidente de la CUT, Fabio Arias, también criticó la decisión de Fenalco de no asistir al encuentro. “Van a la OIT a quejarse de que no hay diálogo social y, cuando se les invita al diálogo social, salen corriendo. Eso es típicamente una posición oportunista”, señaló.
El calendario oficial avanza con una nueva reunión este viernes 5 de diciembre, mientras que las propuestas formales de cada sector se entregarán el 9 de diciembre. El Gobierno espera que el 15 de diciembre se logre un acuerdo. Si no hay consenso, el Ejecutivo podrá fijar el ajuste por decreto antes del 30 de diciembre, como establece la ley.
Mientras tanto, la expectativa aumenta y el proceso arranca con un debate marcado por tensiones entre el Gobierno y uno de los gremios empresariales más influyentes del país.
