En Consejo de Ministros, Petro critica la mini reforma laboral liberal y refuerza su apuesta por la Consulta Popular
En un nuevo movimiento estratégico para fortalecer su proyecto político, el presidente Gustavo Petro lideró este lunes en la noche un consejo de ministros transmitido en vivo, centrado en su propuesta de Consulta Popular y en un llamado abierto a la movilización ciudadana prevista para el 1 de mayo.
Desde Casa de Nariño, el mandatario cuestionó de manera directa las recientes decisiones del Congreso y algunas acciones del poder judicial, enfocando sus críticas en la mini reforma laboral impulsada por el Partido Liberal. Petro calificó como “hipocresía” la postura de legisladores que, tras hundir su reforma laboral en la Comisión Séptima del Senado, ahora presentan una propuesta alternativa.
“El pueblo ordena que se haga una consulta popular; en las calles le piden al Senado que apruebe la consulta”, afirmó el jefe de Estado, refiriéndose al creciente respaldo popular que, asegura, legitima su iniciativa.
La crítica se centró especialmente en el senador Miguel Ángel Pinto, quien votó en contra de la reforma laboral del Gobierno y, ahora, aparece como ponente de una nueva propuesta liberal:
“El proyecto que saboteó Pinto, el que le quitó las horas de descanso a los trabajadores, el que no permitió que el día acabara a las 6:00 de la tarde, ahora lo ponen de ponente. Eso se llama hipocresía. Quieren que los senadores no voten la consulta, ¿quieren taparle la boca al pueblo?”, denunció Petro.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, abrió la sesión con fuertes críticas al procedimiento legislativo que archivó la reforma laboral. Según Benedetti, hubo irregularidades en la Comisión Séptima:
“Duré 20 años en el Congreso y nunca vi que senadores que no eran ponentes firmaran una ponencia. Cerraron la puerta de la comisión, no hubo debate. El Gobierno entendió que había un bloqueo institucional”, afirmó.
El consejo de ministros sirvió también para consolidar el llamado estratégico a la ciudadanía: Petro busca capitalizar el descontento social para convertir la Consulta Popular en una herramienta de presión directa sobre el Legislativo.
