La exconsejera para las Regiones enfrenta cargos por lavado de activos y tráfico de influencias en un presunto caso de corrupción relacionado con la UNGRD.
Sandra Ortiz, exconsejera presidencial para las Regiones, se declaró inocente este viernes ante los cargos de lavado de activos y tráfico de influencias que le imputó la Fiscalía General de la Nación. Las acusaciones están relacionadas con su supuesta participación en un entramado de corrupción que involucra a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
Detalles de las imputaciones
Durante la audiencia, la delegada fiscal señaló que Ortiz habría incumplido los principios rectores de la función pública al anteponer intereses particulares sobre los generales. Según el ente investigador, la exfuncionaria ejerció presuntas influencias indebidas sobre Olmedo López, director de la UNGRD, para favorecer intereses personales.
“Usted transgredió los parámetros de comportamiento exigidos en su cargo, priorizando intereses particulares sobre el interés general”, afirmó la fiscal.
Además, la Fiscalía sostiene que Ortiz habría recibido $3.000 millones en efectivo de Sneyder Pinilla, subdirector de la UNGRD, repartidos en maletines negros. Según la investigación, ese dinero fue trasladado posteriormente al domicilio del entonces presidente del Senado, Iván Name, en vehículos asignados para su seguridad.
Ortiz rechaza las acusaciones
La exfuncionaria se declaró inocente ante los cargos y asegura no tener participación en los hechos descritos. Mientras tanto, la Fiscalía continúa avanzando en el caso, que ha captado la atención nacional por las implicaciones en las más altas esferas del gobierno.