El protagonista de esta historia contó que lo mejor para él es poder ganar ese dinero de manera honesta y no afectar a otra persona por la avaricia.

Hace unos días se conoció el reporte de un dinero que había aparecido en la ciudad de Bogotá y por la cual las autoridades estaban buscando a su respectivo dueño. Como era de esperarse, dicho reporte causó que muchas personas inescrupulosas intentaran hacerse pasar por los dueños del dinero, creando confusión sobre quién era el verdadero dueño.

Sin embargo, luego de dos días de hacerse el reporte, apareció el dueño legítimo del dinero que se perdió al norte de la ciudad. Finalmente, la plata desaparecida resultó ser de un comerciante de la ciudad, quien dijo a las autoridades que el paquete se le cayó de su chaqueta cuando abordaba un vehículo.

El propietario de la gruesa suma, la cual por seguridad, las autoridades decidieron no revelar a la gente la suma exacta del dinero, aseguró que en su momento creyó que la plata se le había quedado en la casa y al no encontrarla la dio por perdida, pero que en un golpe de suerte y gracias a la ética de un ciudadano pudo recuperar su dinero.

El curioso episodio, tiene muchas cosas por analizar puesto que el fajo de billetes duró tirado en la calle más de 15 minutos sin que nadie se percatara de que estaba allí, hasta que un joven se bajó de un vehículo, lo encontró y decidió llevarlo hasta la estación de Policía en Usaquén para reportar lo encontrado.

A partir de ese momento, comenzó una labor por parte de las autoridades locales para encontrar al verdadero dueño, hecho que no fue sencillo de conseguir pues, luego de más de 30 horas y de que muchas personas intentaran hacerse pasar por los dueños del dinero, el comerciante se acercó hasta la estación de Policía para demostrar que era el propietario de la plata perdida.

Lo más notable de todo, ha sido la ética manejada por el joven que encontró el dinero, afirmando que no hubo nada difícil en su decisión puesto que el dinero no era suyo, contando además como tuvo que pensar para dar con el paradero de la persona que había perdido su dinero.

“Esperamos un rato a ver si había alguien angustiado buscando el dinero. Como no llegó nadie, pensamos cómo hacíamos para devolverlo. La idea era apoyarse en la Policía para llegar con el dueño”, afirmó el joven sobre lo sucedido.