Por medio de una iniciativa que viene impulsando el gobernador Carlos Caicedo, la Asamblea del Magdalena está cerca de aprobar la educación gratuita en el departamento.
La Gobernación del Magdalena, en cabeza de Carlos Caicedo, está a un paso de lograr una de las medidas más provechosas en materia de alivios económicos a la población y de progreso regional, la financiación de la educación en todo el departamento. Dicha medida no solo se daría como forma de apoyo a las familias magdalenenses que vieron afectadas sus finanzas por la cuarentena, sino que también estaría marcando ejemplo para las demás gobernaciones en el país.
El proyecto de creación del Fondo de Gratuidad Educativa, propuesto por el gobernador Caicedo, está a un solo debate de ser aprobado por la Cámara de Representantes. Según advierten distintos medios de comunicación del departamento, dicha aprobación se confirmaría en un par de días, pese a las insistentes quejas y campañas en contra, realizadas por diputados y otros políticos de oposición.
La aprobación del proyecto es producto del segundo debate que se realizó sobre lo planteado por la administración, donde, luego de exponer los beneficios y el compromiso social que representa la creación del Fondo de Gratuidad, los miembros de la Duma aprobaron la iniciativa de Caicedo y dejaron el camino libre para que en el último debate la propuesta pueda materializarse.
Respecto a los beneficios, la Gobernación ha insistido, desde el planteamiento de la creación del Fondo, que la posibilidad de brindar educación gratuita para los miles de jóvenes de todos los municipios del Magdalena es un compromiso que se viene aplazando desde hace muchos años, como forma de brindar seguridad social y de saldar una deuda histórica con las comunidades más golpeadas por la violencia y la desigualdad.
Uno de los primeros políticos de la región que se manifestó tras conocerse el avance fue el diputado Rafael Noya, quien comentó su alegría por la decisión tomada por la Asamblea departamental, resaltando la necesidad de agilizar la aprobación, ya que muchas instituciones educativas han iniciado clases o están próximas a hacerlo, por lo que los recursos se hacen imperativos para algunas familias.
