De manera muy polémica, el ente acusador abre distintas posibilidades respecto al crimen cometido contra la niña de la comunidad Embera.

Mucha suspicacia ha generado la decisión tomada por la Fiscalía General de la Nación sobre los 7 militares involucrados en la violación de la niña de 12 años en Risaralda, puesto que los cargos que fueron imputados contra los hombres fueron por acceso carnal abusivo y no acceso carnal violento, lo que, en la legislación colombiana, implican condenas muy distintas a las esperadas por los actos llevados a cabo, según lo que narró la familia de la menor.

En cabeza del fiscal general Francisco Barbosa, el ente acusador dió una rueda de prensa en la que habló sobre los detalles que se conocen del macabro crimen, así como el orgullo que representa para él la rápida intervención de los miembros de la fiscalía que en cuestión de horas logró que los siete militares fueron encerrados.

“En menos de 72 horas, en un enlace con las diferentes autoridades, y en una acción liderada por la delegada para la Seguridad Ciudadana y la Seccional Risaralda, se produce un resultado contundente en un hecho doloroso para los colombianos”, afirmó el fiscal Barbosa.

Sin embargo, la decisión deja serias dudas sobre la forma en que las autoridades han interpretado el crimen respecto a los cargos por acceso carnal abusivo, que para varios penalistas no corresponden al crimen cometido por los uniformados, ya que la violación descrita por los familiares de la menor implica acceso carnal violento, que en la legislatura colombiana tiene penas más severas.

En diálogo con el portal digital Publimetro, el abogado penalista, Francisco Bernate, comentó lo que representa desde su punto de vista como profesional la decisión tomada por la Fiscalía General, puesto que el acceso carnal abusivo de refiere a una relación que implica consentimiento por parte de la menor.

“Los hechos son muy graves. Esto en la práctica significa que para la Fiscalía General de la Nación, lo que se presenta en en estos hechos es que la niña consiente tener estos encuentros sexuales con estas siete personas. Que no encuentra un contexto de violencia, ni de superioridad, sino que se trata de relaciones consentidas en las que por ser un menor de edad se trata de un abuso sexual”, afirmó el abogado.