Las empresas que prestan el servicio de electricidad en el país preparan un cambio en los contadores de energía, lo que genera dudas sobre el cobro de ahora en adelante.
Con la intención de avanzar con la prestación del servicio público, las empresas que prestan el servicio de electricidad preparan un cambio en los medidores de energía en los hogares colombianos. Dicho cambio consiste en una Infraestructura de Medición Avanzada (AMI), que permite “la medición de los consumos de energía eléctrica, que aprovecha los sistemas de comunicaciones y avances tecnológicos”.
Así lo explicó el Ministerio de Minas y Energía a través de su página web, afirmando que el cambio estaba programado para el 2020, pero que a causa de la pandemia se retrasó, y que este 2022, luego de hacer más consultas y estudios al respecto se decidió por empezar con el proceso de cambio.
Según la publicación hecha por el Ministerio, los dispositivos “miden y registran datos de uso de energía eléctrica de los usuarios, en intervalos máximos de una hora, con capacidad de almacenar y transmitir dichos datos, por lo menos, con frecuencia diaria”, haciendo la medición mucho más exacta y justa para los consumidores.
Además, el medidor inteligente envía el consumo de energía directamente a la empresa prestadora del servicio, lo cual hace que las mediciones se hagan de manera directa y sin la necesidad de que algún trabajador tenga que acudir a las casas de las personas para hacer el conteo del consumo de manera presencial.
A continuación, algunas de las ventajas que tiene los medidores inteligentes:
Mayor información para los usuarios, que podrán gestionar su consumo de energía.
Reconexión del servicio sin costo y de manera remota.
Mejora la comunicación entre la empresa prestadora del servicio y el usuario.
Facilidad de leer los consumos por parte de la empresa de manera remota.
Reducen las pérdidas no técnicas por fraude y manipulación de contadores.
Facilita la implementación del servicio prepago.
