Juez pedirá a la Fiscalía que indague si hubo alguna “conducta punible” por parte de la periodista y su colega Jair Fidel Lozano por publicar conversaciones de Monsalve con su familia.
Revista Semana tuvo que eliminar de todas sus plataformas las conversaciones que Dávila y Lozano publicaron del exparamilitar Monsalve con su familia, pues la hermana del personaje clave en el caso de manipulación de testigos, que hoy tiene a Uribe en detención domiciliaria, interpuso una tutela contra el medio de comunicación y los periodistas por ‘violar la intimidad personal y familiar’, y el juez del caso falló a su favor.
Debido a esto, Semana tuvo que borrar las interceptaciones de la Corte Suprema, pero Vicky Dávila no calló al respecto, mediante Twitter, la periodista aseguró que “SEMANA acata pero rechaza fallo de un juez que atenta contra la libertad de prensa. Este fallo es una amenaza que castiga la labor periodística y atenta contra el derecho a la información. Un fallo para callarnos”.
Sin embargo, para la hermana de Monsalve, estas conversaciones nunca debieron revelarse porque “se ventilaron asuntos como el estado de salud de su progenitora, problemas personales, se ventiló que ella trabajaba en una empresa de vigilancia, asuntos económicos, además se ventiló el nombre de sus menores hijos”.
Así las cosas, el juez que llevó el caso mencionó que enviará copias penales ante la Fiscalía para que se investiga la conducta de Vicky Dávila y Jair Lozano; sin embargo, al enterarse de lo sucedido, la periodista aseguró que las interceptaciones se hicieron públicas por las decisiones transcendentales que se han tomado últimamente en el caso, y porque la familia de Monsalve también ha sido pieza clave en el proceso.
Finalmente, Dávila reprochó que “el fallo es atroz para la libertad de prensa. Es un pésimo precedente. Hoy, yo creo que el gremio debe estar en alerta. Hoy nos pasó a nosotros, pero esto deja sentada una jurisprudencia muy peligrosa, muy complicada para el ejercicio profesional en una democracia como es Colombia. No estamos en Venezuela, no, estamos en Colombia, y hemos podido con dificultades ejercer el oficio”.
