Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Uribe Noguera: encerrado en celda de máxima seguridad, trabaja para rebajar su condena

La situación del asesino de la niña Yuliana Samboní dentro de la cárcel causa desconfianza, pues, aunque se encuentra con medidas de máxima seguridad, su condena puede disminuir.

A un día de cumplirse otro aniversario de la trágica muerte Yuliana Samboní, a manos de Rafael Uribe Noguera, el diario El Tiempo presentó un reportaje sobre las condiciones carcelarias en las que se encuentra el asesino y violador de la víctima de apenas 7 años, mostrando cómo el preso se encuentra cumpliendo su condena de la misma forma en que otros de los criminales más peligrosos del país han sido encarcelados.

Uribe Noguera, quien se encuentra pagando una condena de 58 años de prisión por el atroz crimen que cometió el 4 de diciembre de 2016, permanece recluido en la cárcel de Valledupar ‘La tramacúa’, lugar en el que suelen enviarse a los presos más peligrosos del país y donde además fue enviado al denominado ‘pabellón del horror’, el cual ha sido ocupado por otros criminales como Jhon Jairo Velásquez Vásquez alias ‘Popeye’ y Luis Alfredo Garavito.

Sin embargo, el reportaje muestra cómo el violador y asesino se encuentra en proceso de reducir su pena por medio de trabajo, ya que, según las declaraciones por parte de los trabajadores del centro penitenciario, Uribe Noguera pasa los días realizando planos, maquetas y manualidades, lo que puede significarle reducciones a su larga condena, algo que causa preocupación entre la población.

Según las declaraciones de uno de los funcionarios del Inpec consultado por el diario, el asesino de la niña Samboni cuenta con medidas especiales de seguridad y vigilancia, debido a la severidad de su condena, razón por la que este suele pasar la mayor parte de su tiempo dentro de su celda y por lo que se le niega compartir en las áreas comunes con los demás presos.

“Tiene las mismas condiciones que Garavito y los internos de alto perfil del penal”, declaró el funcionario del Inpec. De momento, queda la duda sobre qué beneficios puede recibir el preso, pues en el tiempo que lleva recluido ha logrado rebajar más de 2 meses su condena, producto de las largas jornadas que ha trabajado en los programas de manualidades que ofrece la entidad penitenciaria.