Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Secta en la costa se quedó esperando la segunda venida de Jesucristo

La comunidad se había aislado creyendo que el fin del mundo, mientras esperaban el retorno del salvador cristiano como se anuncia en la biblia.

Los eventos catastróficos que tuvieron lugar en el 2020 y que se han extendido hasta el presente han sido suficiente razón para que muchas personas empiecen a creer en teorías conspirativas, como la del supuesto fin del mundo que se acerca. Sin embargo, sorprende que entre las personas que tengan esa creencia exista una comunidad entera en el departamento del Atlántico.

Se trata de una secta religiosa que decidió tomar unas extrañas precauciones ante la posibilidad del “apocalipsis”, por lo que decidieron resguardarse en una casa ubicada en el corregimiento de Isabel López, cerca al municipio de Sabanalarga, a la espera de la segunda venida de Jesús de Nazareth.

En aquel lugar en el que la congregación evangélica ‘Berera’ decidió esperar el día del “juicio final”, es uno de los lugares más pobres de todo el departamento, en el cual predominan viviendas humildes y en muy mal estado, carreteras sin pavimentar y estando peligrosamente cerca de aguas negras que fluyen por el sector debido a la falta de alcantarillado.

Sin embargo, y para la mala fortuna de los creyentes que programaron el retorno del salvador cristiano para este jueves 28 de enero, el fin del mundo nunca llegó y ahora permanecen varados en el precario lugar. Respecto a su presencia, los habitantes del lugar cuentan cómo su llegada causó sospechas desde un principio para luego convertirse en objeto de burla por su dramática predicción que al final no llegó.

Ante la presencia de la secta en el corregimiento, la noticia empezó a pasar de boca en boca hasta llegar a las autoridades de la zona y del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, entidad que se encargó de llevarse a los siete menores de edad que se encontraban confinados ante un posible suicidio masivo, como se ha presentado en algunas ciudades del mundo.

Finalmente, el pastor Gabriel Alberto Ferrer Ruís, profesor de lingüística de la Universidad del Atlántico y lider de la congregación, tuvo que explicar a las autoridades que en ningún momento existió una intención de realizar un suicidio colectivo como se está creyendo y que se trata de una simple convicción religiosa.