El prestigioso chef ha sido protagonista en varias medios nacionales luego de criticar al presidente Duque, sin embargo, sus quejas terminaron en su contra, pues sus empleados no serían tan importantes como lo quiso hacer ver.
El chef y empresario Jorge Rausch pasó de víctima a victimario en las últimas 24 horas, pues la publicación de un video en el que se queja de las medidas tomadas por el Gobierno Nacional y del presidente Duque respecto a la forma en que deben operar los restaurantes, ha generado un efecto contrario entre sus empleados, quienes se han mostrado en desacuerdo a la imagen que pretende mostrar.
Se trata de los empleados del restaurante Criterión, ubicado en la ciudad de Bogotá y que goza con gran renombre a nivel internacional. Los empleados del lugar afirmaron que Rausch les estaría incumpliendo con el pago de quincenas, propinas y de su salud, dejándolos en una completa inestabilidad durante esta cuarentena.
Por medio de un video que ronda en redes, varias personas que se han identificado como empleados del restaurante, afirmaron que las palabras de Jorge Rausch contra el presidente Duque no son honestas, pues pese a mostrarse preocupado por la estabilidad de su negocio y poder pagar a sus empleados, ellos advierten que desde que arrancó la cuarentena no han recibido ningún tipo de remuneración.
“Desde Marzo nos quedaron debiendo propinas, quincenas y desde febrero no nos pagan salud”, advirtió uno de los empleados del lugar. Además, otro de los empleados que aparecen en el video comentó que la licencia no remunerada, que les fue aplicada por parte de Rausch a comienzos de la cuarentena, no posee efecto alguno pues la empresa se encuentra en deuda con varios colaboradores, las cuales todavía estarían vigentes.
Es por ello que el reciente video del chef ha causado tanta indignación entre sus empleados, quienes advierten que su video en el que culpa al presidente Duque por las medidas aplicadas sería solo una fachada, pues en realidad no tienen ningún tipo de interés por garantizar el pago a sus empleados, y por lo que decidieron denunciar su situación y llamar a Rausch para que “dé la cara”.