El jefe del Ministerio Públicó anunció estar preparando una investigación por las reiteradas fallas en un proceso tan serio como es el retorno del exjefe paramilitar.
El procurador general, Fernando Carrillo, se ha manifestado a raíz de los fallidos pedidos de extradición que se han gestionando para que Estados Unidos extradite al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, quien al haber cumplido con su tiempo en prisión en aquel país deberá responderle a la justicia colombiana por decenas de crímenes de lesa humanidad en los que figura como autor o coautor.
Carrillo se refirió a las supuestas fallas en los trámites que se han realizado en los últimos meses, ya que los plazos para dar el proceso de extradición están cerca de vencerse, lo que ha llevado a pensar que existe algún tipo de interés en que el criminal no vuelvo al país, pues cabe mencionar las intenciones de Mancuso de dar declaraciones a la justicia sobre la participación de políticos con el paramilitarismo.
Por medio de un comunicado oficial, el procurador Carrillo designó a un funcionario público para que siga de cerca toda la tramitación de la extradición del expara, con la intención de encontrar que tipo de irregularidades se presentaron y si esas pudieron ser realizadas adrede. La decisión parte de una solicitud presentada por el representante a la Cámara Fabián Díaz, quien insistió en revisar los procesos para evitar que Mancuso fuese deportado a Italia.
“NUEVAMENTE envían mal la solicitud de extradición de #Mancuso… Ahora enviaron la solicitud en español cuando debía ser en inglés.¿Incompetencia o una de sus jugaditas? Estos errores son bastante convenientes para los diferentes implicados que hacen parte del Gobierno Duque (…) solicitamos ante la #Procuraduría investigar los múltiples errores cometidos en las solicitudes para extraditar al Narcotraficante y paramilitar Mancuso a Colombia”, comentó el representante Díaz en su cuenta de Twitter.
Entre las irregularidades más sonadas respecto al proceso de extradición, hace pocas horas se habló de cómo esta no fue aceptada por haberse presentado en español, siendo un documento que debe presentarse en inglés, ya que corresponde llegar al departamento de Estado de Estados Unidos. Sobre esa polémica se habló incluso que todavía estarían en proceso de traducción, al punto que la canciller Claudia Bloom tuvo que grabar un video para desmentir tal versión y afirmar que se había presentado el documento corregido.
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