Las autoridades del centro carcelario, que se percataron de la práctica, incautaron los aparatos telefónicos que, según se presume, serían utilizados para actividades delictivas.
La cárcel de máxima seguridad de Cómbita empieza a ser seriamente cuestionada, luego del hallazgo de las autoridades sobre la forma en que varios presos pretendían hacer ingresar teléfonos celulares al centro penitenciario; por medio de palomas mensajeras, las cuales habrían ingresado sin ningún tipo de problema, los dispositivos eran entregados a los criminales.
Según advierten los miembros del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) que lograron percatarse de la inusual práctica, las palomas mensajeras intentaron ingresar al sitio de reclusión junto con varios teléfonos celulares y sus respectivos accesorios manos libres.
El aspecto extraño de las aves llamó la atención de algunos guardias que lograron interceptar a los animales y darse cuenta del tipo de operativo que estaban fraguando algunos reclusos.
El organismo de seguridad informó además que, gracias al trabajo realizado por el Cuerpo de Custodia y Vigilancia que opera en la Cárcel de máxima seguridad de Cómbita, se logró localizar y frenar el ingreso de las palomas mensajeras junto con los objetos electrónicos que están prohibidos para cualquier recluso.
De igual forma, la guardia carcelaria de Cómbita confirmó que han tenido que lidiar con nuevas formas con las que los presos y sus colaboradores de afuera intentan ingresar objetos de esas características y que normalmente terminan siendo empleados para seguir delinquiendo desde sus celdas.
Entre las prácticas que han sido registradas por las autoridades están, además de las palomas, otro tipo de ingresos ilegales como el uso de drones, los cuales están siendo empleados con el mismo objetivo de hacer ingresar objetos de forma irregular. “Ante esta situación, se están evidenciando nuevas modalidades para intentar ingresar estos elementos como palomas o drones”, afirmó el Inpec.
