El jefe de Estado fue claro en el plan de vacunación contra la pandemia, y cómo este no cubrirá a la población venezolana indocumentada, generando elogios y críticas.
Mientras el país trata de superar los últimos días del año con medidas para evitar la propagación de la pandemia, todos los ojos están sobre el presidente Iván Duque y el plan de vacunación contra el mortal virus, de lo que ya se afirmó que su etapa de prueba se llevará a cabo en el mes de enero y, si el desarrollo de toda la logística es buena, para el mes de febrero arrancaría la vacunación para toda la población.
No obstante, respecto al tema de los venezolanos, el jefe de Estado fue claro al momento de afirmar que las vacunas que llegarán al país no serán distribuídas entre venezolanos que permanezcan indocumentados, creando una división marcada entre la opinión pública respecto al tema, pues muchas personas apoyan el pensamiento del presidente mientras otros consideran la medida como una muestra de xenofobia contra el pueblo venezolano.
“Quienes no tengan en este momento la acreditación de ser ciudadanos colombianos, y que no tengan regularizada su situación migratoria, por supuesto que no”, comentó Duque respecto a la aplicación de la vacuna a los ciudadanos del vecino país.
El argumento expuesto por el mandatario para no incluir a los indocumentados en la etapa de vacunación se da por su propia situación legal, considerando que si una persona que no cuenta con su papeleo en orden es beneficiada se terminará creando una “estampida” para que todo el mundo cruce la frontera y sea atendido en Colombia.
Las declaraciones de Duque han sido fuertemente criticadas por miles de colombianos en redes sociales, comentando el supuesto trato indigno que se le estaría dando al pueblo vecino, entre otros argumentos. En esa línea, una de las críticas más sonadas vino por parte del exministro de Salud, Alejandro Gaviria, considerando la medida como poco pertinente desde varios puntos tanto médicos como morales.
“No vacunar a los venezolanos es una mala idea desde un punto de vista epidemiológico. Pero es sobre todo una propuesta antiética: excluye a los más vulnerables y discrimina de forma casi amenazante en contra de un grupo de personas por su nacionalidad y estatus migratorio”, señaló el exministro.