Pese a la extensa evidencia que existe en contra del uniformado, la justicia norteamericana permitió que saliera en libertad luego de permanecer preso en la cárcel de Minnesota.
El caso de brutalidad policial y racismo que conmovió al mundo, luego que el ciudadano afroamericano George Floyd fuera asesinado durante un procedimiento policial, llegó a un punto del proceso que para muchos es considerado como un claro ejemplo de impunidad y benevolencia hacia los miembros de la policía de ese país.
La indignación nace de la decisión tomada por las autoridades de Estados Unidos, las cuales permitieron que Derek Chauvin, el uniformado que presionó con su rodilla el cuello de Floyd por casi nueve minutos, salir en libertad bajo fianza sin importar la gravedad de su crimen y que en otros escenarios es descartado por completo esa clase de beneficios.
Así lo determinó la Oficina del Sheriff del Condado de Hennepin, publicando un comunicado oficial en el que anuncian la liberación del agente Chauvin, luego de pasar más de cuatro meses en el centro penitenciario. La entidad permitió que el exagente de policía pudiera pagar una fianza para que pudiera estar en libertad mientras la investigación en su contra avanza.
El mismo comunicado advierte que, aunque el expolicia se encuentra en libertad, su residencia debe permanecer en la ciudad de Minneapolis, donde deberá esperar hasta que llegue el día de su juicio por los cargos de asesinato en segundo y tercer grado, así como homicidio involuntario, acusación que para muchos justifica y resta valor al crimen contra la victima.
Sin embargo, gran parte de la molestia que existe por la decisión se da por el tiempo que pasará el acusado en libertad, pues el juicio contra Chauvin está programado para marzo del próximo año, donde deberá responder junto con tres de sus excompañeros por la muerte de Floyd, caso que, además de tocar temas como la brutalidad policia, es considerado como un crimen racial.