El nuevo mandatario, pese a ser una figura muy polémica en el mundo de la política colombiana, arrancó su presidencia con números de favorabilidad bastante altos.
El pasado miércoles se publicaron los resultados de la encuesta de Invamer con la que se midió la aprobación o desaprobación de diferentes personajes políticos o situaciones de interés nacional. Una de las figuras más importantes fue la del presidente Gustavo Petro, quien salió bien librado de esta primera medición de su gestión, pues de momento goza de una aprobación considerable.
Según la información oficial de la empresa encargada del estudio, A los 1.200 encuestados les preguntaron si aprobaban o no la forma como Petro se estaba desempeñando como presidente. De los encuestados, el 56 % de ellos indicó que aprueba la gestión del mandatario, mientras que tan solo el 20 % la rechazó.
Cabe destacar que es algo normal que los presidentes arranquen sus mandatos con números verdes en las encuestas de opinión; no obstante, en este caso, llama la atención que la aprobación inicial de Petro es mayor a la del segundo periodo de Juan Manuel Santos y la de Iván Duque.
Para entender estos datos cabe mencionar que en la primera encuesta Invamer sobre la gestión de Duque, el entonces mandatario tan solo alcanzó el 40 % de aprobación, e incluso si se revisan los 4 años de Duque como mandatario, el porcentaje de aprobación más alto que alcanzó fue de apenas 52%.
No obstante, casi todo el tiempo durante su presidencia, Duque estuvo por debajo del 40 % de aprobación en la encuesta Invamer y en último año tuvo resultados del 18 % y el 20 %.A los ciudadanos consultados les preguntaron si tenían una opinión favorable o desfavorable del expresidente. El 58 % de ellos indicó que la imagen que tienen de él es negativa, mientras que solo el 29 % lo respaldó.
Ya entrando en otros funcionarios, la vicepresidenta Francia Márquez cuenta con una favorabilidad del 54 % y una desfavorabilidad de solo el 18 %, llevando una tendencia similar a la de Petro pero con un poco menos de aprobación, algo que puede entenderse también por las críticas recibidas durante la campaña.
