Sin estar clara la situación del exjefe paramilitar, Salvatore Mancuso sigue labrando su posible retorno al país y vuelve a acusar al embajador Santos de haber tenido cercanía con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
En medio de la incertidumbre que existe sobre su destino, luego de terminar con su tiempo en prisión, el excabecilla paramilitar Salvatore Mancuso, permanece detenido en la cárcel de Irwin, Atlanta (EE.UU.), esperando ser extraditado a Colombia y con la esperanza de poder dar testimonio sobre su conocimiento de la violencia ocurrida en el país entre la década de los noventas y comienzos de los 2000.
El expara se mantiene trabajando junto con su defensa en la búsqueda de la forma de verse beneficiado a través de su testimonio, motivo por el cual envió una carta, de aproximadamente tres páginas, en la cual responde a una misiva enviada por el exministro y exnegociador de paz Álvaro Leiba Durán, donde deja claro su interés de dar testimonio para aclarar varios episodios del conflicto armado durante aquellos años y que requiere ser contada por las personas que hicieron parte.
En la misiva, Mancuso insiste en su interés de ayudar a las víctimas del conflicto tratando de aclarar distintos aspectos que, hasta el momento, siguen siendo difusos para las autoridades nacionales, así como su compromiso de verdad, reparación y no repetición, al igual que lo pactado entre el Gobierno Nacional con la antigua guerrilla de las Farc.
“La verdad no puede seguir sirviendo para beneficiar a intereses oscuros ni para amedrentar a la sociedad (…) Estoy preparado y listo para asistir a las sesiones públicas o conjuntas a través del medio que sea necesario”, comentó Mancuso en respuesta a Leyva; no obstante, la postura de Mancuso no concuerda con los objetivos de sus abogados, quienes siguen buscando la forma de que su cliente sea deportado a Itali ay no compadezca ante la justicia colombiana.
Respecto al embajador de Colombia en Washington Francisco Santos, Mancuso mencionó como el exvicepresidente junto con otros funcionarios como Jose MIguel Narvaes o Pedro Juan Moreno habrían tenido vínculos muy cercanos con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y que su testimonio es el motivo principal por el que se evita su llegada al país.
“Se han utilizado medios coercitivos para intimidarme, como torturas, amenazas, persecución judicial a través de montajes como los que he denunciado pública y judicialmente, todo tratando de callarme, ni que decir, cuando conté de forma detallada de las relaciones del Estado y las AUC, Colombia ya sabe lo que me ocurrió, como venganza criminal y para callarme fui extraditado, debido a que relaté como colaboradores, funcionarios cercanos al gobierno del presidente Álvaro Uribe”, señaló Mancuso en la misma carta.