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Mamás de primera línea; la historia de las mujeres que decidieron acompañar a sus hijos en las protestas

Las activistas han llamado la atención de todo el país debido a su convicción de apoyar y proteger a los manifestantes ante la amenaza que existe por los ataques de la fuerza pública.

En el marco de las actuales movilizaciones sociales que permanecen en las calles desde hace más de un mes, uno de los colectivos más llamativos es sin duda el de las Mamás de la primera línea, un grupo de mujeres, en su mayoría cabeza de hogar, que no quisieron esperar mientras sus hijos eran atacados y decidieron ayudar en todo lo posible para brindar seguridad.

“Todos salimos a marchar, en caso de que llegue el Esmad, la Policía, o gente civil a atacar como ya ha sucedido, salimos a defender a nuestros muchachos; cogemos nuestros escudos, y nos paramos adelante para defender a nuestros hijos, así como las mujeres de primera línea de Bogotá”, contó una de esas mujeres en entrevista con la FM.

Una de las tareas más importantes que cumplen las Madres de la primera línea en horas del día es la de proporcionar comida, bebida, y ropa limpia a los muchachos de la primera línea, quienes reciben la peor parte de los ataques por parte de la fuerza pública, y quienes también son unos de los colectivos que mayor compromiso han mostrado hasta el momento.

“La misma ciudadanía que está cerca de los puntos de resistencia, nos regalan papas, arroz, todo tipo de alimentos, y con ellos hacemos la olla comunitaria y se les da a los muchachos, también les damos líquido (…) Los puntos están en zonas donde no hay casas cercanas, por eso se han hecho cambuches o carpas con plástico para algunos jóvenes que duermen en un andén de la calle. También hay mamás que se quedan pendientes toda la noche, sea debajo de un árbol o en carpas que inventamos para uno evitar mojarse o asolearse más de la cuenta”, comentó la mujer.

La mujer contó que el compromiso de todas es la de cuidar la vida de sus hijos y la de los hijos de los demás, por lo que su trabajo es de 24 horas desde hace un mes, labor que cumplen con alegría, afirmando que hasta que el gobierno no acepte cumplir con lo que pide la juventud sus esfuerzos seguirán presentes.