El hallazgo de una fosa común con más de 50 cadáveres de civiles asesinados por le Estado colombiano durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, ha generado gran conmoción en el país. Esto debido a que hasta ahora se empieza a saber la manera cruda y espeluznante como operaban los sectores de la fuerzas armadas que llevaron a cabo los ‘falsos positivos’.
La información sobre la fosa común fue entregada por un soldado que se sometió a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). El uniformado que dio la ubicación exacta durante la investigación, también detalló la manera en que los altos mandos del Ejército coordinaron los asesinatos de jóvenes que eran reclutados con engaños, y como era el proceso para después ocultarlos.
Ante esto, Noticias Caracol publicó un informe en el que muestra el testimonio del uniformado que fue clave para este hallazgo. El soldado cuya identidad se ha mantenido oculta por motivos de seguridad, narro el proceso que había dentro del Ejército para llevar a cabo las ejecuciones extrajudiciales o ‘falsos positivos’.
El soldado narró como muchos jóvenes llegaban siendo engañados con supuestos trabajos. Al parecer el encargado de reclutar a los jóvenes sería un desmovilizado de la FARC conocido como “pullanube”. Además, contó como el proceso desde la llegada de los jóvenes a los batallones, hasta como finalmente eran dados de baja haciendolos pasar por guerrilleros.
“Se hizo monótono… Todo el mundo se quedaba callado, cada uno pensaba: ¿cuándo nos va a tocar a nosotros? Siempre era la misma rutina, salíamos entre las 10:00 p.m. y la media noche. Las ejecuciones eran en la madrugada, entre las 4:30 a.m. y las 5:30 a.m.”, describió el soldado.
Algo que genera indignación y rechazo es el relato por parte del uniformado de como los mismos militares montaban una “puesta en escena” para que pareciera que fuera un combate y así confundir a los investigadores. Además, contó la forma en que, a sangre fría, eran asesinados los jóvenes.
“Se hacía como si ellos (los jóvenes) se hubieran replegado; quedaban abiertos, no todos en un solo punto. Después, se disparaba a la vegetación para que los investigadores vieran que sí hubo contacto pero en realidad era teatro(…) Se ejecutaban de frente; iban caminando, los llamaban y cuando volteaban a ver, los ejecutaban”, relató el uniformado.