El senador aseguró que la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez le tendió una trampa a los Acuerdos de Paz.
Durante el debate que se llevó a cabo en el Congreso de la República este jueves para analizar el caso que relaciona a Jesús Santrich con el narcotráfico, los senadores de la oposición buscaron comprobar que Néstor Humberto Martínez, durante su periodo como Fiscal General de la Nación, desarrolló acciones contra el proceso de paz.
En este sentido, el senador de Colombia Humana, Gustavo Petro, habló de los señalamientos de interceptaciones ilegales que le hicieron a Martínez el año pasado, pues en ese momento, el excoordinador de la sala de interceptación Diamante del CTI, Luis Carlos Gómez Góngora y exfiscal Fabio Augusto Martínez Lugo, ambos investigados por interceptaciones ilegales, pedían hablar con la JEP, y aseguraban que el fiscal, la vicefiscal, el director nacional de CTI, el jefe de investigaciones del CTI y el jefe de la sección de control telemático del CTI estaban enterados del tema de las chuzadas.
De esta forma, el senador comentó que, aunque la investigación buscaba, supuestamente, esclarecer el homicidio de un profesor universitario, se utilizó el expediente para legalizar las interceptaciones a Iván Cepeda, Piedad Córdoba, Álvaro Leyva Durán y los negociadores de La Habana Dr. Diego Martínez, entre otros (Enrique Santiago, Humberto De la Calle).
Así las cosas, para el senador, todo esto evidencia que la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez hizo un “entrampamiento a la paz”, y la entidad, junto a la DEA, preparó un “montaje”, una “mentira”. Y, de igual forma, cuestionó las contradicciones del exfiscal, quien al renunciar dijo que en la entrega controlada del caso Santrich había estado la Fiscalía, y tiempo después negó que fuera así.
Por su parte, el senador Antonio Sanguino también habló del caso contra Santrich; y al respecto, cuestionó la legitimidad y soberanía del país: “Los métodos y los códigos utilizados por la DEA para el diseño y desarrollo de una estrategia que concluyó con la captura de Jesús Santrich, son claramente una violación a la soberanía nacional y es un ataque a la seguridad del Estado, permitida, patrocinada, o en complicidad con el fiscal general de la época”.