El presidente dió su opinión sobre la movilización indígena, mostrando su descontento con la postura tomada por los marchantes.
Las primeras declaraciones hechas por el presidente Iván Duque, respecto a la llegada de la Minga indígena a Bogotá el día de hoy, mostró una actitud de molestia por parte del mandatario con la forma en que se ha dado la manifestación por parte de los pueblos originarios y las organizaciones que la componen.
Desde la Casa de Nariño, el mandatario habló sobre cómo las características de la protesta, que viene marchando desde el sur del país, hacen que sus peticiones sean desacreditadas, pues afirma que su Gobierno siempre se ha mostrado abierto al diálogo, por lo que el hecho que los miembros de la Minga usen una actitud autoritaria desvirtúa hace el camino más largo.
En su discurso desde Palacio, el presidente Duque afirmó que siempre ha estado dispuesto al diálogo “en los territorios con todos los sectores de la población” y que a su Gobierno “nadie lo tiene que emplazar, pues en el diálogo constructivo ha demostrado siempre pensar en la realidad de los ciudadanos”.
Sin embargo, para los miembros de la Minga y otros colectivos que se han unido a las marchas, el Gobierno sigue ignorando las necesidades de la población, al tiempo que se niega a reunirse con los líderes de la marcha mientras muestra su disponibilidad para otros sectores de clases más altas.
Mientras tanto, la movilización indígena está a pocos kilómetros de llegar a la capital, en medio de un gran apoyo ciudadano, críticas en muchos sectores y varios rumores sobre la supuesta presencia de grupos guerrilleros entre los manifestantes.
Se espera que la multitud llegue a Soacha este domingo, preparándose para las protestas en Bogotá para este lunes, que, según la alcaldía, se realizará en el Palacio de los Deportes, según lo previsto. Todo el país permanece expectante a la forma en que se desarrollen las marchas, teniendo en cuenta las protestas del pasado mes.