Luego de que el Consejo de Estado admitiera la demanda a la elección del fiscal Barbosa, los rumores sobre su salida inminente son cada vez más frecuentes.
Lo que comenzó como una demanda interpuesta por un grupo de jóvenes estudiantes, podría sentar un precedente para el futuro de uno de los cargos más importantes de todo el país, el de Fiscal General de la Nación. Así lo advierten varios medios luego de que el Consejo de Estado admitiera la demanda en contra a la elección del fiscal Francisco Barbosa, para que su periodo como director del ente acusador sea más corto.
El argumento de los estudiantes de Derecho de la Universidad Nacional, Gina Paola Alvira Sierra y René Mateus Forero se basa en una decisión tomada por el Consejo de Estado en 2013, donde determinaron que los períodos de un fiscal general en el cargo deben ser de 4 de formal “personal”, es decir que los cuatro años en su cargo no dependen de un cronograma estatal, como pueden ser las alcaldías o los períodos ocupados por un congresista.
“Se quiere, expresamente, evitar que unos pocos dominen el poder de un Estado, a través de la toma de cada uno de los órganos que inciden en el desenvolvimiento de un gobierno, con el fin de que no haya abusos ni arbitrariedades, sino un uso racionalizado del poder (…) la Corte Constitucional ha entendido que la intencionalidad del constituyente primario fue apostar por un modelo dinámico de separación de poderes”, advierte la demanda presentada por los estudiantes.
Basado en esos cálculos, la decisión que llegue a tomar la magistrada Lucy Jeannette, decidirá la continuidad del fiscal general al frente de la entidad pública, puesto que si se cumplen los 4 años sumados por el exfiscal Néstor Humberto Martínez y el tiempo desempeñado por Barbosa en su actual cargo, su salida se daría en menos de 2 semanas, más exactamente después del 31 de julio.
No obstante, cabe mencionar que una discusión similar se dio durante la elección del fiscal Eduardo Montealegre, sobre el cual el Consejo de Estado terminó por admitir que se cumpliera el periodo completo de 4 años, lo cual si se llega a fallar de forma distinta en contra a Barbosa podría desencadenar una serie de discusiones sobre la imparcialidad del alto tribunal.
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