El caso de intolerancia y violencia animal es analizado por varios grupos protectores de animales sobre la forma en que la justicia debe proceder ante eventos similares.
Un caso de maltrato animal es noticia en Medellín, luego que Apolo, un perro raza bull terrier, fuera atacado por un hombre por la simple razón de haber ladrado, lo que bastó al sujeto para agredir la integridad del animal por un ataque de ira ante el comportamiento natural del canino.
El hecho se presentó el 26 de julio de 2019, en una urbanización del barrio Rodeo Alto de la ciudad de Medellín, donde Apolo fue herido de gravedad y donde, según el relato de varios vecinos, un hombre que posteriormente fue identificado como Léyder Andrés Mayo Martínez, atacó al canino por haber ladrado contra su propia mascota, enfureciendo al hombre hasta el punto de patearlo en repetidas ocasiones y hasta intentar ahorcarlo.
Según los resultados entregados en el dictamen del veterinario forense, el animal sufrió una fractura en su pata izquierda y dislocación de rodilla, lo que terminaron por menoscabar gravemente el estado de salud de Apolo, quien se encuentra en recuperación mientras que su dueño y varios grupos de protección animal piden acciones legales contra el agresor.
Uno de las dependencias que sigue el caso más de cerca es el Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma), que hace parte de las dependencias de la Fiscalía General de la Nación. Durante más de un año, el grupo investigador adelanta acciones para que el implicado cumpla con una condena que sea referente para quienes actúen de forma similar contra cualquier animal.
Entre la información entregada por la Fiscalía sobre el avance que existe sobre el caso contra Mayo Martínez, el hombre pese a haber sido procesado y pese al testimonio de varios testigos que presenciaron el ataque contra el perro, el acusado no aceptó los cargos imputados por el delito de maltrato animal agravado.
