Aunque es la primera vez que un jefe de Estado visita Málaga, Provincia de García Rovira en Santander, la comunidad decidió recibir al mandatario con protestas.
Iván Duque llegó hasta Málaga para entregar 5 camas UCI y 8 unidades de cuidado intermedio al Hospital García Rovira y anunciar proyectos de infraestructura para la comunidad; lo que, según la W Radio, significaría un hecho histórico para esta parte del territorio de Santander que nunca antes había recibido una visita de un Presidente de la República.
Pero, pese a la relevancia del hecho, el recibimiento a Duque no estuvo marcado por los aportes que este hizo en materia de salud, sino por el cacerolazo que hicieron quienes se mostraron inconformes por el abandono estatal que se evidencia en las “precarias condiciones de la vía Curos-Málaga”, una problemática que lleva cerca de 10 años esperando ser solucionada, además del estado deplorable del sistema de salud que no está capacitado para atender la emergencia sanitaria del Covid-19.
Lo anterior, sucedió a pesar que el alcalde local Óscar Joya había manifestado que las protestas estaban prohibidas durante la visita del Presidente; “Primero deben obtener permisos de la alcaldía de Málaga, y en este momento no se otorgan. Convoco a toda la región a que, con alegría, icemos la bandera de Colombia como un acto de esperanza y patriotismo, en vez de salir a rechazar así haya personas inconformes con el Gobierno”, fueron las palabras de Joya.
No obstante, la comunidad decidió hacer el cacerolazo, y de acuerdo a los vídeos publicados en redes, hubo quienes protestaron pacíficamente mientras otros aprovecharon el momento para insultar a Duque.