Tras la decisión tomada por el Congreso, que intentará aplicar la cadena perpetua para violadores, muchos de sus críticos aspiran a que la propuesta se estanque al llegar a las Altas Cortes.
Una de las frases que mayor fuerza ha adquirido con el paso de los días ha sido la expresión “populismo punitivo” lanzada por el Representante a la Cámara, Germán Navas Talero, quien se mostró en completa oposición al proyecto que busca aplicar la cadena perpetua para violadores de niños en el país, pese a que un cambio de dichas características en la Constitución no pueda darse a cabo con un simple proyecto de ley, según afirman varios políticos y juristas.
En entrevista con el diario El Espectador, el congresista del Polo Democrático dio su valoración del proceso que se llevó a cabo en el Congreso sobre el polémico proyecto, sobre el cual él fue uno de los parlamentarios que mostró mayor oposición a la propuesta, llegando a presentar dos ponencias de archivo con las que intentó tumbar la iniciativa que, desde su óptica, solo busca intereses políticos y de promoción sin tener en cuenta toda la legislatura que existe de ese tipo de delitos.
Sin embargo, el proyecto gozó de una enorme popularidad por lo que sus intentos fueron en vano, mientras la propuesta ya fue aprobada por el Congreso de la República, quedando a expensas de la decisión que tome la Corte Constitucional, a lo que muchos aspiran que sea tumbada ante la necesidad de cambiar de manera sustancial aspectos de la Constitución Política de Colombia.
Navas Talero explicó que la verdadera necesidad que tuvieron los senadores y representantes del Centro Democrático para impulsar dicho proyecto era subir la popularidad del presidente Iván Duque, que ante su alta desaprobación en el país tomó como excusa la cadena perpetua a violadores para dar una imagen de severidad ante la criminalidad; sin embargo, el delito de violación a menores en el país ya contaba con penas de 60 años que, dependiendo los agravantes, podía llegar a los 90.
Incluso el representante Navas comentó cómo participó en un debate sobre el tema al que fue invitado por la Universidad de los Andes, junto a la representante Juanita Goebertus y el senador José Obdulio Gaviria, donde sorpresivamente el parlamentario uribista admitió que la propuesta era innecesaria pero que debía votarla por “la disciplina parlamentaria”.