Los datos obtenidos entre los meses de enero hasta abril de 2020 advierten sobre el aumento de asesinatos de líderes sociales de manera vertiginosa, al igual que el desplazamiento forzado.
Pese a que la pandemia ha generado un estancamiento en casi todos los aspectos de la vida diaria, los eventos violentos en el país no hacen parte de dicha tendencia. Así lo advierte un reciente informe realizado por la Fundación Ideas para la Paz (FIP), en el que se advierte cómo crímenes relacionados con la instigación a líderes sociales y comunidades rurales han ido aumentando sin importar las medidas de aislamiento.
Bajo el título de ‘Dinámicas de la confrontación armada y su impacto humanitario y ambiental’, la FIP dio a conocer el caso de los líderes sociales asesinados en lo que va del 2020, con 16 muertos en enero, 11 en febrero, 13 en marzo y 9 en el mes de abril, dando un total de 49 asesinatos durante los primeros cuatro meses del año que, comparación con el 2019, aumentó sustancialmente.
“Los departamentos más críticos durante el primer cuatrimestre de 2020 fueron Cauca (con 14 homicidios), Putumayo (6) y Antioquia (5). En cuanto a la autoría, aunque el 67 % de los responsables de los homicidios es aún es desconocido, grupos como las disidencias de las Farc y las Agc (Autodefensas Gaitanistas de Colombia) comenzaron a tener una mayor visibilidad en la atribución de las agresiones”.
Informe de la FIP
Otros departamentos que también se han visto afectados por esa clase de asesinatos son Valle del Cauca, que registró 5 muertes, Norte de Santander y Huila con 4 cada uno, Chocó y Córdoba con 3 y Magdalena, Cesar, Bolívar, Santander y Boyacá con 1, lo que para los investigadores deja ver que no se trata de un fenómeno centrado en una sola región del país.
El informe advierte sobre cómo la crisis generada por el Covid-19 no tuvo afectación ninguna en la continuidad de episodios violentos de estas caracteristicas, asi como la poca o ninguna injerencia del Acuerdo de Paz en procesos como el desplazamiento armado.