El periodista y politólogo publicó una columna en la que explica el fenómeno de la polarización, y cómo este no sería tal como lo pintan algunos políticos del país.
Con el título de “El cuento bastardo de la polarización”, el periodista Ariel Ávila publicó su columna en el diario El Espectador, argumentando el porqué la idea de que el país está mucho más polarizado que antes es falsa, afirmando que los cambios en los partidos no han sido muy dramáticos y que, por el contrario, solo existe un sector que ha cambiado su forma de mostrarse al país.
Para Ávila, el gran cambio entre las fuerzas políticas del país se da en la derecha, la cual señala de haberse desligado de los partidos tradicionales y que se ha radicalizado aún más, por lo que considera que no existe una polarización real ya que la radicalización viene de un solo sector político.
Por otra parte, el periodista distanció el comportamiento de la derecha con la de los movimientos de izquierda en el país y explica que los sectores con ideas más progresistas se han ido desligando de los movimientos comunistas de décadas pasadas, los cuales no creían en conceptos como la propiedad privada.
Respecto al mismo tema, Ávila se refirió al plan de Gobierno de Gustavo Petro, como figura más representativa de la izquierda colombiana y cómo este en su idea de país busca hacer cumplir con los objetivos ambientales que recomiendan las instancias internacionales y países de todo tipo de ideología, siendo más una base democrática en sus posturas que de radicalismo como varios sectores afirman.
“Lo que ha sucedido es que la extrema derecha, la cual siempre se camufló en los partidos tradicionales, ahora se quitó la máscara y se ha mostrado. Eso da la apariencia de una polarización, pero la que se ha radicalizado es la derecha (…) el cuento de la polarización explica la estrategia de un sector de las élites tradicionales, nacionales y regionales, las cuales sienten que van a perder el poder en la próxima década”, señaló Ávila.
El periodista invita a dejar de promover la idea de la polarización, señalando otros aspectos como los Acuerdos de Paz y las elecciones son motivantes de esta idea, que finalmente tiene como objetivo crear miedo entre la población para sus intereses electorales y lograr que la gente termine votando por los sectores más continuistas.